La Depresión es una de las enfermedades que más se ha masificado en nuestro siglo, 350 millones de personas en el mundo tienen depresión, de acuerdo a los datos publicados por la OMS (Organización mundial de la Salud). En Chile nos encontramos con un 15% de la población sobre 15 años con algún trastorno depresivo. Esto ha llevado a que se busquen diferentes formas de combatirla, ahora, como en todas las enfermedades la prevención permite evitar en parte el desarrollo de la enfermedad.
Entendemos la depresión como un trastorno del estado de ánimo, que se acompaña por diversos síntomas, algunos de los cuales pueden ser; sentimientos de tristeza, pensamientos negativos acerca de uno mismo, del futuro y la vida, desmotivación y baja concentración, entre otros.
El origen de la depresión se encuentra en diferentes factores, ambientales y genéticos, y es imposible precisar con certeza la incidencia de cada uno de ellos en una persona determinada.
Para poder prevenir la depresión es necesario:
– Evitar el estrés prolongado: El estrés es la respuesta normal del cuerpo ante una situación que resulta un desafío, el cuerpo entra a un estado de alerta, produciéndose una serie de cambios fisiológicos facilitando una respuesta de ataque o una respuesta evitativa ante una situación de peligro, por lo que es adaptativo, ahora, se convierte en dañino cuando se mantiene en el tiempo, quedando la persona vulnerable a distintas enfermedades, entre ellas, la depresión. Por esto aquellas personas que realizan actividades que continuamente las exponen a experimentar estrés, se ven beneficiadas realizando actividades donde aprendan a experimentar estados de calma, los caminos para ello son diversos y cada cual debe encontrar el que le resulta de mayor ayuda, algunos pueden hacerlo a través de la meditación, otro a través del arte o la música etc…
– Buscar Vínculos Profundos con Otros: Sentir que se forma parte de un grupo, donde existen vínculos con otros, en el que se valora la opinión de quienes lo conforman y donde uno se siente valorado.
Los Fines de semana representan una oportunidad para cuidar las relaciones con familiares y amigos: Existen momentos en que la sobrecarga de responsabilidades lleva a algunos a tener que dedicarle tiempo al trabajo los fines de semana, pero esto debiera ser una excepción y no la norma.
– Evitar situaciones de violencia: Ser víctima de violencia, tanto física como psicológica, es una situación tremendamente estresante, más aún cuando se reciben continuamente críticas, que llevan a la persona a insegurisarse y a evitar el contacto con otros, este es un factor que resulta evidente, sin embargo, dada su alta incidencia en Chile es también necesario recalcar
– Encontrarle sentido al trabajo y las actividades que se realizan: Estar contento con el trabajo que se realiza, más allá de servir sólo de sustento, y sentir que lo que se hace tiene una trascendencia y es coherente con los intereses de cada uno, es una forma de prevenir estados depresivos.
– Actividad Física: Hacer ejercicio estimula la secreción de endorfinas que provocan una sensación de bienestar natural. Además, hacer ejercicio ayuda a que la persona se mantenga saludable y conforme con su propio cuerpo.
– Velar porque predominen actividades placenteras: Cada día debiéramos procurar hacer más actividades placenteras que displacenteras. Muchas veces nos toca realizar labores que no nos gustan o que nos producen tristeza, como por ejemplo, ir a ver a alguien cercano que está muy enfermo. Nuestra visita es importante pero después sería beneficioso para nosotros realizar alguna actividad que nos ayude a cambiar nuestro estado emocional. Puede ser algo tan simple como escuchar una música que nos levante el ánimo.
– Hacer cosas diferentes: Voluntariamente debemos buscar salir de la rutina, en la que caemos muy fácilmente, para estimular nuestra mente, ser capaces de sorprendernos y reencantarnos con imágenes, sonidos, información, conversaciones nuevas. Utilizar la creatividad: El placer de generar algo que no existe y que es producto de nuestra imaginación y esfuerzo es una actividad muy gratificante que nos protege de la depresión.
– Estar en contacto con la naturaleza: Salir a espacios verdes donde disminuye el ruido y donde cambia el color gris predominante de la ciudad, de forma habitual, es también una forma de descansar y de protegernos de la depresión.
Los mencionados son factores frente a los cuales podemos ejercer algún tipo de control.
Ahora bien, existen otros que no podemos controlar, como la pérdida de personas queridas o la enfermedad. Ante estas situaciones debemos entender que la tristeza es una reacción normal que no podemos evadir. Si se mantiene de forma muy prolongada en el tiempo y si se acompaña de una desesperanza y desencantamiento de la vida en general es una señal de alerta para pedir ayuda antes de que se haga crónico y sea más difícil superarlo.
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