Para los padres probablemente una de las situaciones más difíciles de afrontar es la contención de los hijos cuando sufren, y esto es aún más complejo cuando ese dolor es provocado voluntariamente por otros.

El bullying, del que mucho se ha hablado y discutido, no solo tiene como víctima a un niño sino que es toda una familia,  la que sufre por esto. No existe una forma única de enfrentar esta situación, ya que cada niño y su contexto es diferente. Sin embargo, y a modo general, es importante tener en cuenta que si bien los padres deben buscar empatizar con su hijo, no pueden dejarse invadir por la angustia que siente el niño, haciéndola propia, porque se pierde la capacidad de contención. Además, el niño que ve a sus padres  “desarmarse” y sufrir prácticamente de igual forma que él, en el futuro ocultará lo que le pasa en el colegio para no causarles daño.

Ante el hostigamiento que pudiera estar sufriendo un niño, primero es fundamental escucharlo  sin interrumpirlo, haciéndole preguntas como “¿y tú qué le dijiste?”,  “¿y qué hiciste?”, y darle el tiempo que necesita para desahogarse.

Es necesario entender que los niños no han podido revertir la situación por sus medios por lo que consejos del tipo “pégale más fuerte” o “dile tú algo parecido”, no sirven. Si el niño se hubiera sentido capaz de reaccionar, lo habría hecho. Su problema, precisamente, es que piensa que no puede hacerlo.

Uno de los puntos en común que tienen los  niños que sufren bullying, es la gran dificultad para defenderse, tienden a tener una autoestima más baja y suelen estar un poco aislados. Es por esto que los padres debieran plantearse distintas estrategias para ayudar a que su hijo mejore su autoestima.

  • Reforzar sus comportamientos asertivos y sus logros
  • Hablar con el niño o niña de sus cualidades.
  • Incentivarlos a hacer actividades fuera del colegio, donde puedan desarrollar alguna destreza (tocar un instrumento, hacer un determinado deporte, manualidades, etc..) lo que les brinda la posibilidad de compartir con otros niños en un contexto diferente.
  • Promoverles una vida social paralela, donde el niño se sienta aceptado como un par, lo que lo ayudará a sentirse más seguro.

Es claro que frente al bullying se deben tomar medidas tanto en el colegio como en la familia.

Se deberá  ir al colegio y hablar con la profesor(a) jefe y/o coordinador(a) de ciclo y director(a), alguien que le dé a los padres la confianza de que realmente están comprendiendo el dolor que está experimentando el niño y que, en conjunto, planteen una estrategia a seguir para terminar con este grave problema.

Es clave mirarse a sí mismo, y ver qué tipo de modelo se es para el niño. Si los padres se dan cuenta que son excesivamente tímidos, que se aíslan,  que prácticamente no tienen  amigos, difícilmente los niños podrán aprender a ser asertivos y a poner límites, por lo que en esta situación, más que llevar a los niños a una terapia, son ellos quienes se beneficiarían de recibirla.

También me parece importante mencionar el rol de los padres de niños que no son ni víctimas ni victimarios, y que deberían tomar una postura clara a favor de quienes están sufriendo. En la medida que se ayude a los niños que son acosados, los niños abusadores y sus padres tendrán que buscar el apoyo que necesitan.